Hace ya bastante tiempo, Encarni, que tiene un blog chulisimo: http://infantilenelsedofeito.blogspot.com/ ,
me dijo, que les había leido un cuento a sus alumnos y después les había pedido que hicieran dibujos sobre él. Éste es el resultado y tengo que reconocer que me emociona sinceramente cada vez que lo veo, y además ME ENCANTA LA CANCIÓN.
YA SE QUE HE TARDADO EN PUBLICARLO PERO AL FINAL LO HE CONSEGUIDO.
GRACIAS A ENCARNI Y A SUS ALUMNOS POR ESTE DETALLE TAN ESPECIAL.
ÁNIMO ENCARNI. VUELVE PRONTO.
APARTADO DE JUEGOS TRADICIONALES
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viernes, 30 de abril de 2010
VIDEO DEDICADO AL CUENTO "QUÉ BRUJITAS TAN GRACIOSAS"
viernes, 16 de abril de 2010
EL KILÓMETRO NÚMERO 18
Érase una vez, una placa de carretera que se llamaba kilómetro 18. Nuestra amiga, estaba situada en una zona muy tranquila, demasiado tranquila, según ella, en una curva un poco tapada por un árbol. Siempre se quejaba de su situación, no estaba nunca contenta:
- Qué horror de sitio. Nunca pasa nada, solo veo algún coche pasar pero, ¡¡Siempre estoy aburrida!!. Nunca veo a nadie ni oigo nada de nada.
Otro día decía:
- Por lo menos estuviera en el sitio del kilómetro 16 que está en el POU CLAR.
Allí, sí que estaría entretenida viendo a la gente pasar con sus mochilas o sus toallas para tomar el baño. Pero no, me ha tenido que tocar este lugar tan feo para vivir.
Siempre quejándose. Un día, pasó por allí el coche de mantenimiento de carreteras, ese que arregla los baches y limpia la carretera cuando está sucia…, y la vio muy triste. Paró y le preguntó:
- Kilómetro 18, ¿qué te pasa?
- ¡¡Estoy muy aburrida!! Le dijo nuestra amiga, gritando. Nunca veo nada interesante, este lugar no me gusta. No quiero estar aquí, preferiría irme a cualquier otro sitio.
El coche de mantenimiento le dijo:
- Pero eso no puede ser, a ti te han puesto aquí y no puedes marcharte así como así, tienes que conformarte.
- Ya lo se, pero ¿podrías hacerme un favor? –Le preguntó. Podrías preguntarle a la placa número 16 que está allí abajo en el POU CLAR, si me quiere cambiar su situación. Así por lo menos yo podría ver a los bañistas que acuden en verano. Vería más movimiento de gentes y coches, tendría un poco más de diversión.
EL POU CLAR está en Ontinyent (Valencia). Es un paraje natural con pozos de agua cristalina que se puede disfrutar tanto en verano como en invierno. En verano porque, gentes de toda la comarca vienen a tomar el baño en sus frescas piscinas y a pasar días perfectos paseando a la sombra de sus árboles. En invierno porque, el recorrer sus caminos y observar la vegetación produce una grata satisfacción para los amantes de la naturaleza.
- Bueno, le dijo el coche, yo voy a intentarlo pero no te prometo nada ya que si ella no quiere….no podrás cambiar y tendrás que quedarte aquí para siempre.
- Vale, pero por lo menos lo habremos intentado. Muchas gracias, le dijo la placa kilómetro 18.
El coche de mantenimiento siguió hacia el Pou Clar y habló con la placa número 16. Al cabo de un ratito estaba de vuelta con una buena noticia: la placa número 16 había aceptado la propuesta de cambiar su sitio por el que tenía la placa número 18.
- Y no ha puesto ninguna pega, al contrario, parecía que quería cambiar rápido. Le comentó el coche de mantenimiento un poco extrañado.
- Ahora, solo habrá que hacer una cosa: cambiar vuestro número una por
- Ni pensarlo, estoy segura de que allí me lo voy a pasar genial. –Le dijo la placa.
Al cabo de unos días hicieron el cambio de número. Cuando la pintura se secó totalmente, pusieron a cada una en su nuevo sitio.
La placa número 18 antes, ahora tenía el número 16. Estaba supercontenta de estar en su nueva situación. De repente veía a gente que llegaba con sus motos, veía a niños y mayores con sus cestas de picnic que iban hacia el “POU CLAR” para bañarse y pasear entre sus pozos y jardines, veía a todos los coches que pasaban de Ontinyent a Bocairent, y viceversa y a los que iban hacia las casas de campo y a Fontanars. Estaba muy divertida, esto sí que era vida, le pasaba el tiempo muy aprisa y se reía mucho a veces, con los chistes que iban contando todos muy alegres.
Ésto era lo que ella había querido siempre, estar rodeada de gente. Su sueño se había hecho realidad.
Llegó la noche y pronto se apagaron todas las luces. Pensaba en el día tan emocionante que había pasado y muy contenta de haber decidido cambiar su sitio. Lo que no comprendía era el porqué la placa número 16 había decidido cambiar sin dudar ni un solo segundo. Se quedó un poco pensativa pero pronto se durmió y no le dio más importancia al asunto.
Pasó otro día y otro, y cada día estaba más contenta y le decía al coche de mantenimiento de carreteras lo feliz que era en el Pou Clar.
Pero al cabo de una semana, ocurrió un pequeño incidente: un coche estaba aparcando y oyó “CRASSSSHHHH”, y sintió un pequeño dolor en la parte derecha de su cuerpo.
Le había dado sin querer y se le había doblado el palo y ahora estaba mirando hacia arriba en vez de hacia delante.
- ¡¡¡OH, qué vergüenza!!!, pensaba: por favor, que venga el coche de mantenimiento..
Estuvo así toda la noche y, a la mañana siguiente, pasó el coche y la vió toda doblada y llorando.
- Tranquila que ahora te arreglo, no te preocupes que esto es una cosa muy normal.
- ¿Normal? - Preguntó la placa. ¿Cómo que normal?
- No pasa nada. Ya está. Le dijo, poniéndola otra vez de pie. Venga, a divertirse de nuevo, –y se fue.
El día siguiente era sábado y hacía un día espléndido. Eran las 10 de la mañana y el POU CLAR estaba empezando a llenarse de gente.
La placa estaba de lo más divertida viendo llegar a bañistas y turistas que iban a pasar el día por allí.
De pronto “PLASSSSHHHHHH”, un coche giró y le pegó en toda la cara dejándola toda torcida.
- ¡¡¡Socorro!!!! Gritaba la placa como podía.
Pero nadie la atendía ya que las personas que pasaban por allí estaban tan atareadas que no se daban cuenta de que tenía algún problema. Pobre placa número 18.
De nuevo pasó por allí el coche de mantenimiento y la ayudó a levantarse.
- ¿Qué te ha pasado esta vez? –Le preguntó.
- Pues ya ves. Alguien que no me vio que estaba aquí, y casi me deja sin cabeza, dijo la placa.
- Pues ves con cuidado porque ya no estás para muchos golpes. ¿Vale? – Te dejo, dijo el coche de carreteras. Espero no tener que volverte a levantar.
- Ahora entiendo porqué me cambió el sitio la placa número 16, - pensó la placa en voz baja.
Pasaron los días y la placa número 18 vivía asustada por si alguien la golpeaba de nuevo, pero poco a poco se alegró de estar allí ya que los turistas eran muchos y estaba muy entretenida.
Un sábado por la mañana, llegó una caravana muy grande que quería aparcar justo a su lado. Ella estaba mirando y poco a poco vio que se iba acercando, más y más, y más y máaaaassss y PUMMMMMMMMM, le dio un golpe enorme y la dejó tirada completamente en el suelo.
- No puede ser verdad, esto no puede pasar, ¡¡¡SOCOOOORRROOOOOOOOOOO!!!!!! –gritó la placa.
Pero, sí que había pasado realmente y, cuando, al cabo de dos días llegó el coche de carreteras, bajó y la examinó y le dijo: - lo siento pero tendré que retirarte, voy a llamar a la grúa, ya que, se dio cuenta de que no tenía remedio. Estaba doblada por tres sitios y rota por otro más. Retiraron la pobre placa número 18 (que ahora era la número 16) al almacén de las cosas rotas y en su lugar colocaron otra placa igual pero nueva.
Nuestra amiguita aprendió muy bien
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
MORALEJA: Tenemos que conformarnos con lo que tenemos y no desear lo que tienen los demás, porque nos puede pasar lo mismo que a la placa: que después de tener lo que queríamos ya no nos guste.…..y ya no podamos cambiarlo.
lunes, 16 de noviembre de 2009
EL HADA MADRINA DE JAIME
Los niños estaban un poco nerviosos porque normalmente no iban a cenar a ningún sitio. Sobre las nueve, más o menos tenían que irse a dormir y esa noche ya era muy, muy tarde, casi las once y todavía estaban jugando por la calle.
Mientras los padres estaban charlando muy contentos en el porche de la casita, Jaime y Carlos querían ir a por las bicicletas que estaban detrás de la casa, en la cochera.
Jaime le dijo a su papa:
- Papá, ¿podrías encender las luces de alrededor de la casa, por favor? Es que no vemos nada y queremos jugar con las bicicletas un rato. ¿Podemos papá?
- Claro que sí, hijo mío. Voy inmediatamente.
El padre de Jaime, se llamaba Ramón y era un señor muy amable que tenía cara de buena persona. Jaime decía que a veces lo reñía pero sólo cuando se portaba mal.
Se metió dentro de la casa y apretó unos botones …… .De repente toda la parte trasera de la casa se iluminó y los niños fueron rápidamente a coger las bicicletas.
Estuvieron un rato con ellas y cuando se cansaron cogieron los patinetes. Hacían carreras muy rápidas entre ellos, primero ganaba Jaime, después Carlos. Zzzzzzzzaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssch, se escuchó.
Carlos miró hacia atrás y vio que Jaime estaba en el suelo medio llorando. Se había caído. Se había roto el pantalón y tenía una herida en la rodilla.
Carlos iba a gritar para llamar a alguien pero de pronto, una lucecita brilló al lado de ellos y apareció una chica vestida como una princesa que les dijo:
- Espera Carlos. No pasa nada. No te preocupes que yo curaré a Jaime.
- Pero, pero, ¿quién eres tú? –dijo Carlos.
- Soy el hada madrina de Jaime. Vosotros normalmente no me veis pero yo siempre estoy ahí con vosotros para que no os pase nada malo.
Cogió su varita mágica y dijo unas palabras que no entendieron. Empezó a salir agua de la varita, el hada cogió un poco de ella y se la puso en la rodilla de Jaime.
La herida se curó enseguida y ya no le hacía daño.
- Ahora me voy, seguid jugando, buenas noches.
Jaime y Carlos se fueron corriendo hacia donde se encontraban sus padres a contarles lo que les había pasado. Pero ellos escucharon la historia y se miraron unos a otros. Dijeron:
- Creo que estáis un poco cansados ya, jugad un poco más y enseguida nos iremos a dormir.
No creyeron nada de lo que les habían contado, se creían que estaban de broma. Jaime y Carlos volvieron a insistir en que todo era verdad, pero no les creyeron.
Entonces Jaime se acordó del pantalón y dijo:
- Mirad!!!!
Los padres de los dos niños vieron el roto en el pantalón y no sabían qué decir. El hada los miraba desde su mundo y se reía con cariño. Pero continuaron charlando muy contentos y los niños se fueron a jugar un rato más.
viernes, 7 de agosto de 2009
PREMIO ROXIE
Como habréis podido comprobar, no suelo hacer entradas de los premios que me entregan. Sí que doy las gracias a todos los que me los otorgan y los coloco como gadgets, enlazando el blog correspondiente, pero hoy tengo ganas de escribir un poquito y lo voy a entrar, por Encarni.
Decir qué cosas te gustan de los siguientes campos:
2.- Televisión/cine: algunas series españolas, las comedias, las películas históricas, etc.
3.- Países que me gustaría conocer: En este momento, me apetecería ir a.......... mmmm.... Argentina, por ejemplo.
4.- Colores favoritos: rojo, negro, blanco, azul marino.
5.- Hobbies: leer, escribir, jardinería, "hablar", sí, aunque parezca extraño, creo que para mí es un hobbie, jugar a tenis, pintar, irme de excursión por la montaña, etc., etc....
Y ahora toca compartirlo con alguien, pero, como normalmente no doy premios, éste lo voy a repartir con todos los que me siguen, ya que todos tienen unos blogs estupendisimos y no se a quién elegir. Un saludo y un abrazo muy fuerte a todos los que se pasan por mi blog. Gracias.
viernes, 26 de junio de 2009
JUEGOS TRADICIONALES AL AIRE LIBRE
Como ya dije hace algún tiempo, estoy recopilando poco a poco una sección de juegos tradicionales. Podemos entretenernos enseñando a nuestros hijos unos valores que se pierden con el tiempo, y digo ésto, porque queramos o no, las cosas han cambiado. No nos fiamos de la gente que nos rodea, únicamente de los más allegados y con restricciones, así que no podemos dejar a nuestros hijos que jueguen solos ni siquiera debajo de nuestra casa. Además todos estamos demasiado ocupados para "perder el tiempo" en el parque, así que, en cuanto podemos, A CASA. Allí se está más tranquilo y mientras, podemos adelantar. ¿Es así o no?
Pues, como no debe ser así..., como debemos de "perder el tiempo" un poco más jugando con nuestros hijos, voy a explicaros algunos entretenimientos, de los cuales, algunos, los he encontrado en una revista de las que me gustan a mí. En este caso concreto, es la de MAESTRA INFANTIL, de Junio de 2.009.
BUSCO Y VEO
El jugador que comienza dice: "busco un coche rojo". Los demás jugadores "buscan" mirando por la ventanilla del coche, autobús o tren hasta que consiguen divisar un coche del color propuesto. El primero que lo vea lo dice en alto y lo señala con el dedo. El ganador elige el siguiente objeto que hay que buscar, el cual se puede complicar más dependiendo de la edad de los niños: "busco un coche azul con remolque", "busco una caravana con bicicletas detrás", ....
TRABALENGUAS
Comenzaremos diciendo un trabalenguas sencillo y muy despacio, por ejemplo: "Pablito clavó un clavito... ¿qué clavito clavó Pablito?. Cuando niñas y niños consigan retenerlo, lo diremos más rápido y buscaremos otro trabalenguas más complicado:"Un tigre, dos tigres, tres tigres comían trigo en un trigal", "el cielo está enladrillado, ¿quién lo desenladrillará? El desenladrillador que lo desenladrille buen desenladrillador será".
ME LO INVENTO
Buscaremos una palabra o frase que encontremos en algún cartel, letrero o valla publicitaria. Partiendo de la frase, entre todos, inventaremos una historia o cuento. Podemos seguir un orden y cada ocupante dirá una frase.
Variante: antes de empezar se escoge un género para la historia: será de risa, de miedo, de aventura....
CANCIONES INVENTADAS (Este es de nuestra cosecha)
Por experiencia, a mis hijos lo que más les gusta es inventarse canciones, con las cuales, nos morimos de risa. Por turnos vamos inventando una canción cortita y primero decimos el título. A partir de ahí, ya cada uno se inventa la canción con la música que quiera la cual no tiene mucha importancia porque con la letra, ya tenemos bastante. Salen cosas divertidamente impresionantes.
MARCAS DE COCHES (Este es de nuestra cosecha)
Otro juego, al cual ahora jugamos muchísimo, es a ver la marca del coche que viene por el otro carril contrario. El primer coche que venga será para uno de los ocupantes, el siguiente para otro, y así sucesivamente con todos los que vayan en el coche.
Así, se dice el primer coche que pase para mí. Y cuando pasa se dice la marca y si es nuevo o no, los demás dicen, ¡Ala, qué chulo! o dicen: Ja, ja, te ha tocado un "cacharrete". Lo peor de todo es, cuando pasan muchos y demasiado deprisa, entonces se monta un jaleo porque ya no se sabe el turno de quien le toca, pero no pasa nada, se vuelve a empezar.
lunes, 25 de mayo de 2009
PEQUEÑOS ARTISTAS
Mi hijo de 5 años estaba muy ilusionado, cuando, esta tarde, todos los padres y el cole en general, hemos podido disfrutar de una exposición al aire libre con todas las creaciones que han estado realizando entre todos a lo largo del curso.
¡¡¡ESTO LO HE HECHO YO!!!, decía.
¡¡¡YO HE PINTADO TODO LO DE AZUL!!!
Además, muchas de las figuras y esculturas están realizadas con materiales reciclables que han traído los niños de sus casas, por ejemplo, juguetes inservibles, CD's que no funcionaban, tubos de cartón del papel de cocina o del papel higiénico, lanas, telas, etc., y los niños identificaban sus objetos y significaba mucho para ellos el que estuvieran allí, expuestos delante de toda la gente.
Otras obras están hechas de materiales que el escultor utiliza para su trabajo y que ha enseñado a manejar a los niños. Han utilizado técnicas del papel mojado, se han forrado sillas de bolitas de papel y tapones metálicos, han gastado cuerda y papeles de todo tipo, como el papel de celofán, el papel metalizado, papel de seda, papel de estraza, etc.
Cada una de las obras venía presentada con su nombre en un cartel colgado con cuerdas a los árboles, con lo que la exposición todavía era más espectacular. "(L' arbre diferent), "El árbol diferente", (El llibrell màgic), "El librillo mágico", (El quadre viu), "El cuadro vivo", son diferentes nombres de las esculturas expuestas.
En fin, seguramente, habrá gente que no le habrá dado ninguna importancia pero yo, madre de dos niños de infantil, estoy genialmente emocionada de lo que han podido obtener las maestras/os de ellos, y espero, aunque estoy casi segura, que ellas/os hayan disfrutado tanto o más que sus propios alumnos. (En realidad, se les veía en la cara).
Quiero aprovechar este espacio para dar las gracias a este escultor local, del cual no digo nombre pues no he pedido permiso alguno, ya que ha tenido muchísima paciencia y se ha dignado a corresponder al deseo de mis hijos esta tarde: hacerse una foto con su maestro de arte. La verdad, todo hay que decirlo es que se les llenaba la boca al decir su nombre; eso se llama admiración, creo.
Dentro de poco os subiré las fotos para que las veáis.
viernes, 22 de mayo de 2009
CUCA EN LA PREHISTORIA
No estaban solos, ya que en la prehistoria muchos amigos de la misma familia vivían juntos y así formaban los clanes y después poblados.
Cuando por la noche, venían los padres, entre todos preparaban una hoguera, pero, como no tenían cerillas ni mecheros para encenderla, cogían dos piedras y las golpeaban una contra otra y poco a poco, muy lentamente, aparecía una chispa, CHISP…., y enseguida le ponían paja seca o hierba, se encendía y aparecía el fuego donde preparaban la cena para todos.
Vivían de maravilla, aunque Cuca, tenía un problema: CHASQUI.
Chasqui era un gliptodonte, sí GLIPTODONTE. ¡Qué palabra más difícil! ¿Verdad? Pero así se llamaba este bicho tan raro que vivía en la prehistoria.
Era un animal enorme, más o menos como un dinosaurio, Y vivía cerca de allí. Tenía escamas y una cola muy grande para defenderse de sus enemigos. Era muy lento, muy lento, caminaba muy despacio: POOOOOM, POOOOOOM, POOOOOM. y comía insectos, gusanos y bayas. Cuca le tenía mucho miedo y cuando oía algún ruido siempre pensaba que era él.
- ¡QUE NO, QUE NO ES CHASQUI! - Le decían los demás a Cuca.
- ¿Seguro? - Preguntaba Cuca.
- Que sí, que no hay nadie por aquí. –Decía su hermano Castor.
Cuca, se quedaba más tranquila cuando su padre salía y le decía:
- No hay nadie Cuca, ven y verás.
Y le cogía la mano y se la llevaba a dar una vuelta por el campamento. Era verdad, no se veía a nadie por ninguna parte.
Un día, estaban Cuca y sus amigos jugando: unos, a tirar piedras al río, otros, a bañarse debajo de una catarata y otros al escondite por las cuevas y los agujeros que hacían algunos animales.
Había mucho jaleo y se hizo un poco tarde. Todos los niños fueron a sus cuevas esperando que sus padres trajeran algo para la cena. Cual fue su sorpresa cuando vieron llegar a todos con las manos vacías. Venían muy cansados y con las caras muy tristes. Hoy no había nada para cenar y seguramente no habría nada para comer al día siguiente.
Cuca también se puso muy triste. No sabía qué podía hacer para ayudar.
No quería irse a ningún otro sitio, porque allí se estaba muy bien y era muy bonito, pero, si no encontraban pronto comida, tendrían que recoger todas sus cosas y ponerse en marcha hacia otro lugar, no se, a África, o a América o a Asia quizás.
Estaba medio dormida Cuca, debajo de un árbol, cuando, de repente, oyó un ruido. Cuca se asustó porque pensó que era CHASQUI. No lo había visto nunca pero le habían contado cosas malas sobre él.
Se levantó corriendo y miró por un lado, no vio nada, miró por el otro, tampoco vio nada y de repente, cuando había vuelto a sentarse: ¡CU-CU!, le salió por detrás CHASQUI. ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!- Gritó Cuca.
- No, no te asustes. –Le dijo el gran animal, no te voy a hacer nada.
- ¿Hablas? –Dijo Cuca, temblando un poco.
- Sí, pero sólo a ti. –Dijo Chasqui. Es que no quiero que me tengas miedo. Solo quiero ser tu amigo.
Cuca no se creía lo que estaba oyendo, hasta que al final, se acercó a Chasqui que se
había acostado en el suelo.
- Hola, le dijo Cuca.
- Hola, -dijo Chasqui, he venido porque he oído que no tenéis mucho para comer.
- No. Dijo Cuca muy triste. Nuestros padres no han encontrado nada y seguramente nos iremos mañana por la tarde.
- ¿Quieres que te cuente un secreto? –le dijo Chasqui.
- Vale.
- Ven conmigo, te enseñaré una cosa. –dijo Chasqui.
Cuca, no se fiaba mucho, pero pronto se dio cuenta que Chasqui solo quería ayudar y le siguió.
Llegaron a una cueva que estaba escondida entre árboles y piedras. Chasqui movió la cola y zzzzzzaaaaaaaaaassssssss!!! De un golpe quitó de la entrada una gran piedra que no dejaba pasar hacia dentro.
Cuca se asustó un poco y se tapó la cara con sus manitas. Cuando se las quitó poco a poco: ¿Sabéis lo que había en la cueva?
Un montón de cosas buenas para comer. Había frutos secos como piñones, almendras, nueces, avellanas. También había frutas: uva, naranjas, manzanas, plátanos, peras, tomates. Y además en el sitio más fresquito de la cueva había leche, pescado, carne y muchas verduras y hortalizas como, carlotas, espinacas, cebollas, patatas, habas y muchas cosas más.
Chasqui le dijo:
- Voy recogiendo todas estas cosas y las pongo aquí escondidas en esta cueva. Así tengo comida para muuuuchos días y semanas.
Le dijo que podían ir a coger de la cueva todo lo que quisieran y le enseñó a Cuca y a su familia cómo podían plantar las semillas para que pudieran tener frutas y verduras todo el año y no tuvieran que ir siempre de un lugar a otro.
A partir de entonces Cuca y Chasqui siempre estuvieron juntos y se cuidaban de que todo el mundo estuviera contento y feliz.
Mª Luz Solís Rodríguez 19-05-2009