
Jaime y Carlos estaban corriendo por la explanada de la casita de campo que tenían los padres de Jaime. Los padres de Carlos eran muy amigos de los padres de Jaime y se habían juntado esa noche para cenar.
Los niños estaban un poco nerviosos porque normalmente no iban a cenar a ningún sitio. Sobre las nueve, más o menos tenían que irse a dormir y esa noche ya era muy, muy tarde, casi las once y todavía estaban jugando por la calle.
Mientras los padres estaban charlando muy contentos en el porche de la casita, Jaime y Carlos querían ir a por las bicicletas que estaban detrás de la casa, en la cochera.
Jaime le dijo a su papa:
- Papá, ¿podrías encender las luces de alrededor de la casa, por favor? Es que no vemos nada y queremos jugar con las bicicletas un rato. ¿Podemos papá?
- Claro que sí, hijo mío. Voy inmediatamente.
El padre de Jaime, se llamaba Ramón y era un señor muy amable que tenía cara de buena persona. Jaime decía que a veces lo reñía pero sólo cuando se portaba mal.
Se metió dentro de la casa y apretó unos botones …… .De repente toda la parte trasera de la casa se iluminó y los niños fueron rápidamente a coger las bicicletas.
Estuvieron un rato con ellas y cuando se cansaron cogieron los patinetes. Hacían carreras muy rápidas entre ellos, primero ganaba Jaime, después Carlos. Zzzzzzzzaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssch, se escuchó.
Carlos miró hacia atrás y vio que Jaime estaba en el suelo medio llorando. Se había caído. Se había roto el pantalón y tenía una herida en la rodilla.
Carlos iba a gritar para llamar a alguien pero de pronto, una lucecita brilló al lado de ellos y apareció una chica vestida como una princesa que les dijo:
- Espera Carlos. No pasa nada. No te preocupes que yo curaré a Jaime.
- Pero, pero, ¿quién eres tú? –dijo Carlos.
- Soy el hada madrina de Jaime. Vosotros normalmente no me veis pero yo siempre estoy ahí con vosotros para que no os pase nada malo.
Cogió su varita mágica y dijo unas palabras que no entendieron. Empezó a salir agua de la varita, el hada cogió un poco de ella y se la puso en la rodilla de Jaime.
La herida se curó enseguida y ya no le hacía daño.
- Ahora me voy, seguid jugando, buenas noches.
Jaime y Carlos se fueron corriendo hacia donde se encontraban sus padres a contarles lo que les había pasado. Pero ellos escucharon la historia y se miraron unos a otros. Dijeron:
- Creo que estáis un poco cansados ya, jugad un poco más y enseguida nos iremos a dormir.
No creyeron nada de lo que les habían contado, se creían que estaban de broma. Jaime y Carlos volvieron a insistir en que todo era verdad, pero no les creyeron.
Entonces Jaime se acordó del pantalón y dijo:
- Mirad!!!!
Los padres de los dos niños vieron el roto en el pantalón y no sabían qué decir. El hada los miraba desde su mundo y se reía con cariño. Pero continuaron charlando muy contentos y los niños se fueron a jugar un rato más.
Los niños estaban un poco nerviosos porque normalmente no iban a cenar a ningún sitio. Sobre las nueve, más o menos tenían que irse a dormir y esa noche ya era muy, muy tarde, casi las once y todavía estaban jugando por la calle.
Mientras los padres estaban charlando muy contentos en el porche de la casita, Jaime y Carlos querían ir a por las bicicletas que estaban detrás de la casa, en la cochera.
Jaime le dijo a su papa:
- Papá, ¿podrías encender las luces de alrededor de la casa, por favor? Es que no vemos nada y queremos jugar con las bicicletas un rato. ¿Podemos papá?
- Claro que sí, hijo mío. Voy inmediatamente.
El padre de Jaime, se llamaba Ramón y era un señor muy amable que tenía cara de buena persona. Jaime decía que a veces lo reñía pero sólo cuando se portaba mal.
Se metió dentro de la casa y apretó unos botones …… .De repente toda la parte trasera de la casa se iluminó y los niños fueron rápidamente a coger las bicicletas.
Estuvieron un rato con ellas y cuando se cansaron cogieron los patinetes. Hacían carreras muy rápidas entre ellos, primero ganaba Jaime, después Carlos. Zzzzzzzzaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssch, se escuchó.
Carlos miró hacia atrás y vio que Jaime estaba en el suelo medio llorando. Se había caído. Se había roto el pantalón y tenía una herida en la rodilla.
Carlos iba a gritar para llamar a alguien pero de pronto, una lucecita brilló al lado de ellos y apareció una chica vestida como una princesa que les dijo:
- Espera Carlos. No pasa nada. No te preocupes que yo curaré a Jaime.
- Pero, pero, ¿quién eres tú? –dijo Carlos.
- Soy el hada madrina de Jaime. Vosotros normalmente no me veis pero yo siempre estoy ahí con vosotros para que no os pase nada malo.
Cogió su varita mágica y dijo unas palabras que no entendieron. Empezó a salir agua de la varita, el hada cogió un poco de ella y se la puso en la rodilla de Jaime.
La herida se curó enseguida y ya no le hacía daño.
- Ahora me voy, seguid jugando, buenas noches.
Jaime y Carlos se fueron corriendo hacia donde se encontraban sus padres a contarles lo que les había pasado. Pero ellos escucharon la historia y se miraron unos a otros. Dijeron:
- Creo que estáis un poco cansados ya, jugad un poco más y enseguida nos iremos a dormir.
No creyeron nada de lo que les habían contado, se creían que estaban de broma. Jaime y Carlos volvieron a insistir en que todo era verdad, pero no les creyeron.
Entonces Jaime se acordó del pantalón y dijo:
- Mirad!!!!
Los padres de los dos niños vieron el roto en el pantalón y no sabían qué decir. El hada los miraba desde su mundo y se reía con cariño. Pero continuaron charlando muy contentos y los niños se fueron a jugar un rato más.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
-FIN-
Qué bien que ya estés aquí, me gustó mucho el cuento, felicidades!, un abrazo muy fuerte. Espero que estés bien.
ResponderEliminarSí Encarni, estoy bien, gracias por preocuparte. Simplemente es que estaba perezosa y el poco tiempo que tengo no lo utilizaba para escribir. Voy a ponerme las pilas a partir de ahora. Hoy mismo me pongo con otro cuento que acabo de contar a mis hijos antes de irse a dormir. Un abrazo y hasta pronto. Voy a pasarme por tu blog a ver qué hay de nuevo.
ResponderEliminarQuerida Mari Luz, pasaba a desearte feliz navidad e invitarte a mi nuevo blog, que espero que te guste.http://fondosyolanda.blogspot.com/
ResponderEliminarCon todo mi cariño te deseo que la magia de la Navidad te ilumine y te ayude a conseguir todos tus sueños.
ResponderEliminarMucha alegría, mucha paz, y un Año Nuevo brillante.
¡Felices Fiestas!
Un Besos enorme y Muchos Abrazos
Liliana
http://elblogderinconesdeljardin.blogspot.com/
Website: www.rinconesdeljardin.com.ar
Hola Mari Luz, vengo a desearte unas felices fiestas, espero que estés bien, espero que disfrutes de tu familia, que tengas mucho amor, que se cumplan tus deseos más queridos en este nuevo año y espero que todos tengamos fuerza para afrontar la adversidad. (yo espero un nuevo cuento tuyo).Te echo de menos, me gusta como escribes, no lo dejes. Un abrazo guapa.
ResponderEliminarGracias a todos, Feliz Año Nuevo y que los Reyes vengan cargaditos de regalos y buena compañía. Un abrazo y besos.
ResponderEliminarhola, lindo blogg, gracias por compartirlo, bello, te encontré en un blogg común, si te gusta la poesía te invito al mio,será un placer,es
ResponderEliminarhttp://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias,besos
Hola soy Nati, entra en mí blog y juega será divertido.
ResponderEliminarBesos
Hola Mª Luz, voy a ver si te mando un juego popular que les encanta a los míos pero me tienes que dar un poquito de tiempo. Un abrazo grande grande.
ResponderEliminarHola soy Nati, vengo a visitarte y puedo comprobar con alegria que sigues teniendo el blog tan lindo como siempre,perdona que no venga a visitarte con la frecuencia que me guataria y que tu mereces,pero tengo poco tiempo y gracias a Dios sois muchos y me es dificil llegar a todos amenudo, pero te llevo en mi corazón y me acuerdo mucho de tí.
ResponderEliminarBesos Nati.
Hola Mari Luz, aquí me tienes otra vez, y no te he mandado el juego. Perdona. Espero que estés bien, escribe otro cuento corazón. Te espero. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarVale, te haré caso. Si estoy en ello, pero tengo tantas cosas que no hago nada. Gracias por acordarte de mi.
ResponderEliminarMari Luz bonita, tu blog tiene magia, pasa por "pequeño jardín" por un premio mágico, porque contamos contigo. Besos
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